Sławomir Mrożek es conocido como autor del llamado "teatro del absurdo", al que ha realizado grandes aportaciones, siendo la más famosa "Tango" (1964). Es esta la parte de su obra que predomina en la mayoría de los textos relativos a su persona, por lo que no serán pocos los que crean que su trabajo se limita ala dramaturgia. Craso error. Mrożek también dedicó su talento a la narrativa, legando un buen número de excelentes relatos cortos y cuentos en los que dar rienda suelta a una capacidad clínica de análisis de la condición humana. Mediante fábulas orwellianas protagonizadas por zorros y conejos, y relatos sobre el cielo comunista o lo prosaico de algo con el grandilocuente apelativo de "llave ideológica universal", Mrozek nos invita a un viaje en el que arremete contra la realidad polaca que vivió durante buena parte de su juventud, satélite del gran imperio comunista, pero que en el fondo, entre chascarrillos y ácidas observaciones, revela una enorme preocupación, perplejidad y asombro por la estupidez que nos caracteriza como especie, el cúmulo de despropósitos que llevan al ser humano por la senda de del totalitarismo, el tercermundismo ideológico y el pensamiento único. Sus conclusiones carecen de moralinas sonrojantes y buenismos vacuos, introducen el dedo a la llaga y allí lo dejan reposando, bien untadito en sal: dardos envenenados vuelan desde su pluma hasta el centro de esa diana en la que convierte al inconsciente colectivo. Quizás por eso resulta tan gracioso, porque reconocemos en esos personajes cojeantes a los causantes de todos los males que azotan al mundo, pero también porque, con cierta vergüenza, también vemos todos los defectos que me/te/nos caracterizan, los miedos que nos hacen ser mediocres, ignorantes. A nosotros y, por extensión, a las estructuras sociales que creamos.
Tres libros de lectura obligada, todos ellos editados en España por Acantilado, recopilan la mayoría de los relatos cortos de Mrożek: "El Árbol", "La Vida Difícil", y "Dos Cartas y Otros Relatos". Amenos, críticos, inquisitivos, divertidos. Muy divertidos. Dulce y salado en el mismo bocado. Y además, ¡queda tan cultureta leer escritores polacos!
¿Qué sonaba? Biosphere - Substrata (All Saints, 1997)
6 comentarios:
culturetas del mundo, este hombre si que tiene sensibilidad (y una exquisita inteligencia).
Una pena lo que os estais perdiendo mujeres del mundo!!!
Atacad
Me lo pido, me lo pido!
¡La ninja escarlata ataca de nuevo! Muchas gracias por los piropos, anímese con Slawo y verá cómo se le alegra el día a los pies del Pajariel. ¡Muac!
Que se me haya pasado esto... no tiene perdón de dios.
Favoritísimo también, no recuerdo el título de una obrilla de teatro que saqué de las Conchas que era tremenda. La busqué unos años después de leerla por primera vez pero a persar de seguir figurando en el registro estaba desaparecida. ¡Ladrones hidecabras! :(
Ah, y que tengo en casa La vida difícil y El árbol, y ando con ganas de pillar alguno más.
Sí que queda cultureta, sí... jajajaja
Nuna le daré gracias suficientes veces, Mond. Hace poco leí uno recién editado, Viaje Hacia El Sur, narrado como un cuento infantil e ilustrado por el mismo autor. Da la sensación de estar por pulir, pero tiene todo el encanto de los cuento de Mro.
Publicar un comentario