Chris Bell, Alex Chilton, Andy Humel, Jody Stephens. Big Star. Los grandiosos Big Star. Durante años, fans irredentos alimentaron su leyenda en la oscuridad, extendiéndola con lento pero inexorable ritmo glaciar. Si su lengua te alcanzaba, podías considerarte atrapado por el culto. Tras dos canciones, al cabo de cinco años, eso era lo de menos: la resistencia era fútil. Las guitarras, las voces, esas melodías abracadabrantes que recorrían la espina dorsal con la sensualidad de una amante de seda. Eras suyo para siempre.
La justicia nunca existió para ellos. Ni durante su periodo de actividad, intermitente entre 1971 y 1975, ni en las carreras en solitario de sus miembros o tras los sucesivos intentos de recuperación que diversos sellos y ediciones llevaron a cabo... ni Ace supo/pudo hacer algo decente con sus discos. Se sucedían ediciones mediocres, masterizaciones ralas y libretos anoréxicos. Quizás fueran las sucesivas desilusiones que llevaron al cuarteto a ewrosionarse hasta el dúo, un extraño karma negativo... a pesar del cual nada parecía poder apagar el brillo de la estrella.
Y llegó Rhino, y el cielo estalló en un caleidoscopio de colores, brilló con la intensidad de mil soles. Por fin la estrella fue "grande" de verdad: desde sus formas primitivas (Icewater, Rock City) hasta el cierre con el desgarrado Sisters Lovers, con el supremo #1 Record y el pulsante Radio City como doble núcleo incandescente, el libro sagrado de esta extraña religión. Por supuesto, también algunos trabajos en solitario de Bell y Chilton. La historia de principio a fin, en orden cronológico, sin respetar la integridad de los discos para desagrado de algunos, penetrando por remolinos de magma hasta áreas nunca exploradas. Maquetas, inéditos, versiones alternativas, videos, pantagruélico libreto, instantáneas de unos muchachos sonrientes con la magia del universo en sus acordes. Fueron el cosmos y la luz. 98 estrellas para iluminar tu firmamento. Me pierden. ¿Se nota?
¿Qué sonaba? Big Star - Keep An Eye In The Sky (Rhino, 2009)
2 comentarios:
No los piloto demasiado, la verdad, pero entre mi exígua colección de vinilos se encuentra el "#1 Record" que le levanté in extremis a mi jefe de entonces, Juan Pablo. Nos llegó equivocado a la tienda y al final casi nos peleamos por llevárnoslo, ya ves tú... Me lo voy a dejar preparado para escucharlo mañana, que lo tengo un poco olvidado y cogiendo polvo.
Recupera Mondongo, que ahí hay joyas para aburrir y lo de tener los vinilos cogiendo polvo no es sano, que luego se vuelven alérgicos al plato y suenan a bacon frito.
Ya me contarás, calamarcio.
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