En el estudio

La pasada semana he tenido mi segunda experiencia en el estudio de grabación. Por aquello de las vacaciones, sin demasiada preparación previa: un ensayo de dos horas hace más de un mes, unas cuantas escuchas a las pistas de claquetas la tarde antes de meterse en faena y ¡ala, a grabar!. Eso sí es una preproducción concienzuda.

Lo más sorprendente es que casi tardamos más en sonorizar y conseguir la colocación adecuada de micros que en sacar las tomas. Cinco o seis intentos por pista y ya tenemos un resultado presentable, gran noticia atendiendo al nulo trabajo previo y lo lejos que caen estas canciones de los caminos que transito habitualmente. Curioso que una vez esos ritmos y cortes han salido de mis manos y almacenados en las entrañas de un ordenador ya parezcan seres con vida propia; que en este imaginado como tedioso y sin magia resulte motivador si hay un ambiente adecuado, ganas de trabajar y posibilidad de aportar ideas. Puede que resulte un suplicio si pasas cinco años borracho de ego y dándote de hostias con tus compañeros de banda para hacer un disco, pero en la distancia corta y con el tiempo justo resulta una experiencia gratificante, motivadora y aleccionante de la que aprender lo mucho que nos queda por aprender.

Puedes escuchar este disco en SPOTIFY

4 comentarios:

Mónica Ezquerra Gutiérrez dijo...

Sois unos manitas!
Ya me puedes ir enviando los soniquetes salao.... pero ya "Mesmo"

Lobo Eléctrico dijo...

No ha sido tarea Colt, sino para unos chicos de León que andan en estas historias de la música y me han pedido una cabel. Así que cable echado y lo que venga!

Mr. Gibson dijo...

Estás hecho un profesional.
Aprende, aprende que luego hay que compartir conocimientos.

Lobo Eléctrico dijo...

compartamos mejor "cocimientos", jajajaja