Turbo Rock. 24-25.10.2010 @ Mercado de Sarón, Sarón

¿Primera? ¡Sí! Primera edición y festival de primera este Turbo Rock caído del cielo para solaz del "homo noventus". Nos cuentan que llevan funcionando cerca de una década por la comunitat valenciá, pero este ha sido el año del salto cuántico y la anexión de territorios. Madrid y Santander son los dos vértices que completan su particular Festival de la Guitarra, celebración de las seis cuerdas en el que todo atisbo de somnolencia y posmodernismo desaparece bajo luminosas capas de decibelios, melodías y estribillos. Diez a la organización, diez al ambiente, diez a la gente, diez a las carpas... joder, diez hasta a los precios. Y es que como se portaron.

Como el viernes viajamos y tenemos obligaciones contractuales hay que sacarle brillo al acelerador, gracias a  lo cual llegamos cuando The Meanies toman el escenario. Los australianos fueron debilidad personal de este escriba cuando dinamitaron el underground Punk Rock de principios de los noventa, época a la que Link y los suyos me retrotraen sin el menor esfuerzo con su soberbio estado de forma. Brutales, atronadoras líneas de guitarra a medio camino entre el ruido y la melodía, y un repertorio excelente que demuestra la gran cantidad de buenas canciones que escribieron. Podium. Los Coronas siguen como siempre, encandilando, pero a veces parecen un poco cansados. Banda de cabecera, quizás por ello siempre les pedimos un poquito más. Sex Museum sólidos a pesar de hacer doblete tres de sus piezas clave (Fernando, Javi y Loza, también en Los Coronas) y de que los técnicos entierran el teclado de Marta bajo una manta de bombos. Intratables en su negociado, Rock potente y psicodélico, pierden fuelle cuando se ponen melódicos, matan al recuperar temas del díptico "Speedkings"/"Sonic". Jefes. A continuación The Muffs ofrecen un pase parapléjico que Hoodoo Gurus borran de un plumazo, dejando de pasta de boniato a la concurrencia con Rock de muchos octanos y densa morfología. Muy en forma, esperemos que su nuevo disco (edita el sello del propio festival) les traiga de vuelta para quedarse. Lo mismos que a unos inagotables Redd Kross, poseedores del secreto de la eterna juventud. Sinceros y sonrientes, tardan poco en sumergirse en el ambiente del festival y conectan a la perfección con el espíritu que reina en el Turbo: fiesta, celebración, neófitos y conversos reafirmados en la certeza de que son una de esas escasas bandas "especiales", más grandes que la vida. Ellos sí le pusieron banda sonora a nuestras vidas.

El sábado damos buena cuenta de una comida casera y reposamos nuestras maltrechas osamentas en armonía con la montaña, el mar y los pajarinos  Mientras tanto, Los Chicos, Muck & The Mires y The Wildebeest rebozan el Mercado en esencias que no probaremos, pues cuando aparecemos por Sarón encontramos a JC Brooks y The Uptown Sound  rematando su actuación, un gran pase de Soul con etiqueta Chicago. A continuación unos The Right Ons a los que no les pillo el punto. Los he visto dos veces, suenan y parecen pasarlo bien en el escenario, pero no me resultan sinceros. ¿Si fueran de fueran les pediría menos? Lo dudo, pues siendo objetivo veo en la atención que se les dispensa más hype que otra cosa. Menos mal que vienen los Young Fresh Fellows haciendo de la experiencia virtud, grado y galones, riffs a mansalva y diversión bien entendida. Siguen haciendo muuuuucho el ganso, siguen divirtiendo y derrochando espontaneidad, tanto que son la única banda de todo el festival que se arranca con un bis. Siguen siendo los mejores. Tras ellos TSOOL, o la gran decepción, haciendo un concierto festivalero, correcto pero sin magia, puro revival (¿sólo una nueva?) Cuando se alinean sus fuerzas resultan imparables, pero parecen desganados, faltos de química, acomodados en una fatal nostalgia por su primeros años, algo incomprensible dado el estado de forma en que los muestra "Communion", su último y muy recomendable trabajo. Decepcionante ver a un grupo que atesora tanta calidad y buenas canciones hacer un concierto para cumplir el expediente. Que pasen de contentar a fans y apuesten por ellos mismos, volverán a ser los de antes. Si no... están muertos. El mal sabor nos lo quitan Mudhoney, la única banda del mitológico Seattle '90s que no ha hincado la rodilla. Caen sobre nosotros cual máquina infernal, monolítica, escupiendo agresión pura y dura. Envueltos en un sonido demencial y galvanizados por riffs como sierras, redujeron el Mercado de Sarón a carbonilla. Literalmente. K.O. técnico en el primer asalto, el conductor ya no está al volante. Grogui, les veo abandonar las tablas mientras rastreo sin éxito los pedazos de cerebro que se me han salido por las orejas. ¿Turbo Rock? Más, mucho más. ¡Neutron Rock!

¿Qué sonaba? Mudhoney ~ Live At El Sol (Munster, 2009)
Puedes escuchar este disco en SPOTIFY

2 comentarios:

Mónica Ezquerra Gutiérrez dijo...

Bien, reconozco que me he enganchado al Rock (and Roll) a edad avanzada, que siempre me pudo el electrobeat vital. ¿Quien dijo techno duro? Nada, nada...anonadada quedé. Aún sigo aspirando el aroma de un festival en el que encontré gente salida de mis mejores sueños. Dios que buen rollazo. Lo mejor, es ambiente psilocíbico de la carpa en los entreactos. Vaya personal curioso. Next year repeating please!

Lobo Eléctrico dijo...

Amén, hermana, amén.