Los Reyes del K.O. 2010.10.15 @ La Cueva del Jazz

El viernes, ese día aciago cuya llegada tememos y odiamos a partes iguales. Especialmente un viernes como el pasado en el que, además de escapar del yugo para no dar señales de vida en dos largos y esplendorosos días, debemos asistir a un concierto de unos hombres de Blues gallegos pero residentes en Berlín de los que todos cuentan maravillas. Qué cruz de vida.

A pesar de retrasar el viaje hasta el último minuto tenemos timing perfecto, y llegamos cuando ocupan las sillas desde las que hoy legislarán el Blues. Sillas, sí, dos para ser exactos, pues hoy se presentan en formato reducido a guitarra/voz y armónica, sin otro apoyo que unos zapatos de claqué con los que patear el escenario. Como Howard y Brownie, como Junior y Buddy, mano a mano, fórmula básica y desnuda en la que es fácil echar por tierra la reputación de músico solvente, pero como a Los Reyes les sobran tablas y versatilidad hacen de us cruz una muleta y se adueñan de la sala. Músicos dispuestos a los que se les dan bien, todos los palos, que recogen de buen grado las sugerencias de la audiencia, hasta la que les impide tocar temas lentos, que "es por lo que nos pagan en Alemania". ¿Que no está el cuerpo para baladas? Andanada de Chuck Berry, Bob Marley y Michael Jackson (ha oido usted bien) para animar al sector caderas y poner a dar palmas al resto. Bien se ve que nos va la fiesta, así que allá van "La Paloma",  "Looking Back ", "Take This Hammer" y un embadurne funky final con el que nos hacen gritar, gruñir, cantar, reir. Ni en el emocionante recuerdo a su recientemente fallecido baterista bajó el ánimo. Ahí quedó el homenaje de un emocionado Marcos Coll, homérico armonicista de raza totalmente entregado al soplar en memoria de su compañero; y el gracejo y talento de Adrián Costa, gran guitarrista y mejor cantante que nos regaló en solitario algunas piezas gourmet y nos colmó de parabienes. Los mismos que se merecen ellos y que les devolvimos en parte zapateando y aplaudiendo, pidiendo más. Nos regalaron un extenso bis sin amplificar retrepados a las mesas y se despidieron sonrientes dejando tras de sí una estela de sencillez, buenos modos y buenos haceres. Aunque sólo fueran dos, Los Reyes lograron el K.O.

Las fotos son cortesía del extraordinario Mr. Gibson.



¿Qué sonaba? Los Lobos ~ Tin Can Trust (Los Lobos, 2010)
Puedes escuchar este disco en SPOTIFY

1 comentario:

Mr. Gibson dijo...

Sí, por allí anduvimos y lo pasamos muy pero que muy bien, merendola nocturna incluida.