Electrosonic 2009: [-] es [+] (Primera parte)

Las cosas del transporte: por la mañana estás tan tranquilo en tu lobera, rodeado de idílica paz campestre, y por la noche lásers y estroboscópicas te deslumbran mientras unos señores armados con portátiles, cajas de ritmo y toda clase de cacharrería analógico-digital te llevan la cabeza de bombos gordos como elefantes. El contraste, las grandes cosas de la vida.


Tres años ya acudiendo a Fuentes Blancas (Burgos), el sorprendente enclave natural en el que se celebra Electrosonic, festival de música, arte y pensamiento electrónico. Sin ser un habitual en eventos electrónicos ya me he personado en unos cuantos, y a falta de probar en Monegros y el siempre aplazado Sonar (algún año de estos, sis), el Sonic es el que ha cautivado mi corazón lobuno. DJ's y artistas de primer nivel, oferta en constante ampliación, condiciones técnicas espectaculares (luz, sonido, montaje...), muy buen recinto y el plus de estar en medio del campo meneando los cuartos traseros. Este año, además, con lobera cedida por los adorables C&E, base de operaciones en la que pudimos cobijarnos del sol infernal que asoló Burgos a finales de Agosto.


Para el primer día, inicio inmejorable: recogida de llaves del cuartel general y comida en cuadrilla en una bodega de los campos burgaleses: chicharros a la brasa, ensaladas de la huerta y carne para terminar. Menú variadito y rico en proteínas para sobrellevar la noche y sus rigores. Despedimos a los anfitriones, reunimos a la manada, nos ponemos guapitos y enfilamos hacia la turbina. De entrada, esto cada vez es más grande, pero quizás no hay tanta gente como se esperaba: las cifras hablan de veinte mil personas, pero me da la impresión de que son unas cuantas menos. Nos hemos emparrado lo nuestro, ha costado conseguir las pulsericas (la organización peché peché en algunos aspectos, y el temblequito del que no llevó el DNI tuvo su punto gracioso) y ya vamos un pelín tarde, así que nos perdemos a Fatima Haji y a Radio Slave, que gira los últimos potenciómetros mientras exploramos el recinto. En Locura Open Air, escenario al aire libre dedicado al Schranz, Sven Wittekind comienza a aplicar disciplina aural de la buena, así que nos vamos al showcase M_nus y que salga el sol por donde quiera.


Como buenos festivaliers, no nos cuesta mucho acercarnos a las primeras filas: todo es cuestión de groove, meneo... y aprovechar los laterales. En escena, Click Box en directo: muy frescos estos brasileños. Si algo se le puede achacar a [-] es lo gastadas que suena la mayor parte de sus nuevas ediciones. Sin desmejorar la calidad, hay poca imaginación. Pero ahí están Click Box ofreciendo relevo, inventiva, frescura y diversión. A cuatro manos, ritmos por un lado y efectos por otro, retorcieron beats espirales, gomosos, con un punto gamberro que encantó al personal, enloquecido coreando "Berlin Shades" y desmelenando con "Peek A Boo". Ojito a este dúo maravilla si es que nos les sigues la pista ya.

Sin apenas interrupción, minimalmeister: Richie Hawtin. Mediático y polivalente, el flequillo de oro genera amores y odios a partes iguales, y no son pocos los que se la tienen jurada a él y a su sello por la tabarra minimalera que asola Europa desde hace un lustro. Tienen sus motivos: bastante despistado durante una larguísima temporada (desde "DE9: Transitions"), en algunas de sus sesiones, más que pinchar, parecía estar rellenando el perfil de Facebook o jugando al buscaminas. Pero el tipo es uno de los grandes, y después de los indicios de recuperación que dio en este mismo festival el año pasado había mucho interés en verle. Comienza en suspenso, poniendo los dientes largos a toda la carpa Ballantine's, sigue la intriga, la anticipación... y repentinamente todo estalla. Nos agarra por el cogote y nos barrena las orejas durante dos horas antológicas en las que desafía etiquetas y reclama su corona. Techno, Minimal, Electro, Acid, lisergia... un sonido expansivo y ululante, con voz propia, en constante adición y sustracción, cautivador, delirante, fiero. Elije superlativo: te quedarás corto. Richie volvió por sus fueros con dos horas de puro genio en las que muchos hemos visto un retorno a su personalidad más plástica y experimental. Rcicardo, te hacemos la ola y lo que haga falta.


Papelón para Marc Houle salir tras semejante aluvión de calidad. Como los bombos nos salen por las orejas vamos a tomar el aire y optamos por dejar el infierno Ballantine's temporalmente (las retinas hirven con tanta estroboscópica) para presentar nuestros respetos a Adam Beyer. Una debilidad personal desde el Aquasella 2008, debió llegar a Burgos con la pólvora algo mojada y ofreció un pase correcto sin más, muy lejos de lo que este sueco puede dar cuando está inspirado. Eso es lo que separa a los líderes del resto pelotón, amiguitos, que no dependen del día: lo clavan y punto. Volvemos a la Ballantine's y un lobo de confianza nos dice que el directo de Houle ha sido memorable, así que doble chasco. Me consuelo pensando que ya le he visto un par de veces.

Turno de Ambivalent, el último miembro de la familia M_nus que paseará por la carpa. Sorprende el sonido del neoyorquino por ser "luminoso" y con cierta querencia Pop, o todo lo Pop que puede resultar un artista de este sello, es decir, más cerca de Heartthrob que de F.A.L.S.E. Muy buenas melodías y amplitud de recorrido en una sesión para nada hermética, que apuntaba buenas maneras pero fue perdiendo interés paulatinamente durante la segunda hora. Y es que tanto minimal-ismo no es bueno, así que nos acercamos a ver qué andan haciendo Cristian Varela (uno de los principales promotores del evento) y sus asociados en la carpa principal, Burgos 2016. Y lo que hacen es poner a todos los technoheads por los aires, pero la manada no termina de engranar. O estamos viejos para estos rollos, o en el mundo abundan las influencias de Jeff Mills mal digeridas. Vamos recogiéndonos, fíjate que ya es de día y esta noche están los showcases de Mobilee y Cocoon, la cuadrilla Detroit y el esperadísimo Robert Hood... pero eso será en la segunda parte.

¿Qué sonaba? Pere Ubu - Dub Housing (Chrysalis, 1978)

4 comentarios:

Mónica Ezquerra Gutiérrez dijo...

vaya , vaya....parece que nos hemos acostumbrado al festivalismo en plan confort. Vamos entrados en edades. Eso sí, mi cuerpo se expandió sin remisión con Hawtin de mis amores Vuelta a la perfección Flqui

Lobo Eléctrico dijo...

Me parece que Hawtin le dio en todos los morros a más de un escéptico, y el que criticó su pinchada probablemente no estuvo... y es que el mundo va lleno de indocumentados.

a dijo...

por cierto, una crónica cojonuda

Lobo Eléctrico dijo...

gracias kami, a ver si vamos depurando el estilo gonzo. y bienvenido seas a la lobera.