
Enclavada en el festival que quiso recuperar el espíritu de la era hippie y acabó siendo pasto de su voracidad (y de las llamas), Woodstock presenta más de una hora de Brothers a la eléctrica, cocinando un repertorio fiel a los clásicos con alguna novedad puntual a cargo de Haynes. Suenan fantásticos, yendo de menos a más, pero transmiten un sentimiento de extrañeza que impide que se convierta en una actuación memorable. ¿Quizás comenzaban a desbordarse las tensiones internas que desembocaron en la expulsión de Betts? ¿Se echaba de menos a Neel? Se aceptan teorías.
Lo más interesante del paquete, New York. Grabadas para la MTV en la era de los famosos "desenchufaos", sufre del típico público pesado que aplaude cada dos por tres, pero ofrece una interesante visión de la banda por íntima y poco explorada. Oro puro, cuatro canciones en las que, ahora sí, suenan y actúan relajados, embebidos de la camaradería y el buen ambiente en el que se gestaron "Seven Turns" y "Shades Of Two Worlds". Eran una banda nueva, Haynes y Neel les dieron alas, podían con todo. Para mear y no echar gota. Claro que me pierde mi corazón de fan, de eso se trata, ¿no?
Eso sí, una pequeña advertencia: ambos conciertos parecen provenir de masters en video, por lo que la calidad de imagen está por debajo de lo esperable en la era digital. Y un tirón de orejas a los editores. Los Allmann merecen tratamiento deluxe, caballeros.
PD: infinitas gracias. Dr. Ignatius.
¿Qué sonaba? Debashish Bhattacharya - Calcutta Chronicles: Indian Slide Guitar Odyssey (Riverboat,2008)
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