Sam Bell está a punto de regresar a la tierra tras pasar tres años trabajando en una base lunar minera. Excepción hecha de su robot asistente Gerty, ha pasado los 36 meses en la más absoluta soledad y comienza a sentirse muy agotado, tanto que en una de sus rutinarias expediciones sobre la superficie del satélite sufre un accidente que parece poner prematuro fin a su historia. Sin embargo, es rescatado y trasladado de vuelta a la base de forma imprevista. Cuando despierta, descubre con estupor que no está solo...
Duncan Jones debuta con este excelente Sci.Fi. lleno de suspense y tensión sobre aislamiento espacial, realidades fabricadas, robots muy humanos y humanos que no lo son tanto, control mental, deshumanización corporativa, manipulación genética. Sus referencias a 2001 y Alien son bastante obvias, quizá no tanto las que hace al ignoto clásico Silent Running (Naves Misteriosas en castellano) dirigido por Douglas Trumbull en 1972. El entorno espacial y robótico es barnizado por Jones con una enorme calidez, consiguiendo que la identificación con el personaje y el creciente suspense enganchen al espectador a la butaca. Y eso que no pasa casi nada. Pero la dirección de Jones, sobria y articulada, narra la historia con un pulso tan firme que es imposible escapar a su parsimonioso magnetismo. Gran parte de este reside en Sam Rockwell, un actor en progresión geométrica que sostiene toda la tensión dramática sobre sus hombros, metamorfoseándose entre planos, y haciendo un tour de force espectacular, huyendo de histrionismo fácil. Suma efectos y ambientación perfectas, excelente banda sonora de Clint Mansell y unas entrañables maquetas para todos los exteriores y tienes un clásico instantáneo. Una de las grandes del año, sin duda. ¿Con 40 años de retraso?
Duncan Jones debuta con este excelente Sci.Fi. lleno de suspense y tensión sobre aislamiento espacial, realidades fabricadas, robots muy humanos y humanos que no lo son tanto, control mental, deshumanización corporativa, manipulación genética. Sus referencias a 2001 y Alien son bastante obvias, quizá no tanto las que hace al ignoto clásico Silent Running (Naves Misteriosas en castellano) dirigido por Douglas Trumbull en 1972. El entorno espacial y robótico es barnizado por Jones con una enorme calidez, consiguiendo que la identificación con el personaje y el creciente suspense enganchen al espectador a la butaca. Y eso que no pasa casi nada. Pero la dirección de Jones, sobria y articulada, narra la historia con un pulso tan firme que es imposible escapar a su parsimonioso magnetismo. Gran parte de este reside en Sam Rockwell, un actor en progresión geométrica que sostiene toda la tensión dramática sobre sus hombros, metamorfoseándose entre planos, y haciendo un tour de force espectacular, huyendo de histrionismo fácil. Suma efectos y ambientación perfectas, excelente banda sonora de Clint Mansell y unas entrañables maquetas para todos los exteriores y tienes un clásico instantáneo. Una de las grandes del año, sin duda. ¿Con 40 años de retraso?
¿Qué sonaba? Mayer Hawthorne (Stones Throw, 2009)
Puedes escuchar este disco en SPOTIFY
2 comentarios:
Dónde la has visto ?
Ya mola el asunto ya.... Ah
gracias por la recomendación de Carnivale...creo que Duli también te lo agradecerá...está flipadísima....
pues nada, bonita, mañana misma la podrá usted visionar si así lo desea :-) carnivale muy mitica, tv mayúscula, cuente en el post corrspondiente, anímense.
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