"Hoy tocan Master Plan en Valladolid, mira a ver si te apuntas" Bendito sea el cuñao que me propuso la excursión, sacándome del tedio de un agobiante miércoles primaveral para llevarme hacia la luz del mejor Rock & Roll. Viaje corto, tarde espléndida, cañas en terracita para amenizar la espera, charla con los compadres sobre lo humano y lo divino. Aunque parezca extraño, a los punkrockers a veces también les da por ponerse reflexivos, mirar al mundo y sacar conclusiones en lugar de esputos. ¿Nos hacemos mayores? "16 Forever" y todo se olvida.
La entrada en Porta Caeli es escasa pero la banda aparece animadísima, cuatro veteranos de corazón adolescente amigos de la fiesta, la gente y las buenas canciones, hombres con una misión: montarla gorda allí donde se encuentren. Les sobra arsenal para ponernos patas arriba: el carisma de Keith Streng, el gancho melódico de Andy Shernoff, la actitud de Paul Johnson y la pegada de Bill Milhizer. Individualmente, cojonudos. En grupo, una bola de energía y gansitud irresistible, diversión pura sin cortar. Arengando al personal, saltando del escenario, subiéndose a las sillas y tirándole los tejos a las chicas de las primeras filas, consiguiendo que el reducido grupo de leales que respondimos a su llamada disfrutásemos como jovenzuelos, y eso que la media de edad tiraba hacia la treintena. Es vox populi eso de que en el Rock no existe relevo generacional, y viendo cómo se las gastan estos talludos de oro (y el meneo que generaron en el respetable) ni falta que nos hace. Aprovecha su extensa gira estatal y date un gusto al cuerpo, saldrás con una sonrisa de patilla a patilla, ganas de mucha fiesta y poca siesta. Long Live The Plan!
¿Qué sonaba? The Dictators ~ Every Day Is A Saturday (Norton, 2007)
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