El pasado domingo, de buena mañanita, me encontré un par de sorpresas por la calle: una nacida en el este de Europa y otra en los bosques castellanos. Así que cambié mis muy lógicos planes iniciales para hacer un poco el mico y escuchar qué se contaban los miembros de la sociedad micológica Lazarillo.
Y vaya si contaban: una decena de mesas de gran tamaño rodeadas de enjambres de cofrades expertos, paseantes despistados y curiosos atraídos por el festival de colores (nuestro caso) en las que se exponían los frutos de cacerías otoñales. Dicen que no ha sido un otoño muy propicio para la proliferación de setas por estos lares, y por eso me resultó sorprendente la cantidad de ejemplares de tamaño generoso que nos echamos a la cara. Organizada por género, detallando nombres científicos y comunes, valor culinario y características especiales, abundaba lo comestible pero también lo venenoso, con variedades mortales (todo lo que sea phalloides, mal rollo), otras tóxicas y algunas sospechosas de serlo, a las que suponemos tiene bajo vigilancia la brigada micológica. Lepiotas aquí, Amanitas allá, Tricholomatas acullá, Boletus en primer plano, Lactarius en aquel rincón... de lo más curioso la Mycena seynii o seta de la piña, que sale... bueno, en las piñas; y ejemplares de Amanita Cesarea que hacían la boca agua, normal que los césares se las reservaran para ellos solitos; por supuesto las Amanitas Muscarias, por todos conocidos y que levantaron no pocas miradas golosas, vaya usted a saber por qué.
Macrolepiotas, Setas de los Caballeros, Níscalos, Boletos del Pino, Perrochicos, Setas de Cardo... instructiva experiencia que invita a ampliar conocimientos, doblemente disfrutada gracias a la amabilidad de los miembros de la Lazarillo, que por cierto, se reúnen todos los Lunes de 20.30 h a 21.30 h en el centro Miraltormes de Salamanca. Hasta allí puedes acercarte para conseguir información sobre la asociación, sus actividades y calendario de salidas. Ya tardas, fungi-adicto.
Y vaya si contaban: una decena de mesas de gran tamaño rodeadas de enjambres de cofrades expertos, paseantes despistados y curiosos atraídos por el festival de colores (nuestro caso) en las que se exponían los frutos de cacerías otoñales. Dicen que no ha sido un otoño muy propicio para la proliferación de setas por estos lares, y por eso me resultó sorprendente la cantidad de ejemplares de tamaño generoso que nos echamos a la cara. Organizada por género, detallando nombres científicos y comunes, valor culinario y características especiales, abundaba lo comestible pero también lo venenoso, con variedades mortales (todo lo que sea phalloides, mal rollo), otras tóxicas y algunas sospechosas de serlo, a las que suponemos tiene bajo vigilancia la brigada micológica. Lepiotas aquí, Amanitas allá, Tricholomatas acullá, Boletus en primer plano, Lactarius en aquel rincón... de lo más curioso la Mycena seynii o seta de la piña, que sale... bueno, en las piñas; y ejemplares de Amanita Cesarea que hacían la boca agua, normal que los césares se las reservaran para ellos solitos; por supuesto las Amanitas Muscarias, por todos conocidos y que levantaron no pocas miradas golosas, vaya usted a saber por qué.
Macrolepiotas, Setas de los Caballeros, Níscalos, Boletos del Pino, Perrochicos, Setas de Cardo... instructiva experiencia que invita a ampliar conocimientos, doblemente disfrutada gracias a la amabilidad de los miembros de la Lazarillo, que por cierto, se reúnen todos los Lunes de 20.30 h a 21.30 h en el centro Miraltormes de Salamanca. Hasta allí puedes acercarte para conseguir información sobre la asociación, sus actividades y calendario de salidas. Ya tardas, fungi-adicto.
¿Qué sonaba? Diego Mason / Ensemble Music Vivante - Stockhausen. Aus Den Sieben Tagen (HarmoniaMundi, 1988)
3 comentarios:
Aunque me suelen llamar seto, en realidad soy un gañán en tema micológico (entre otros muchos).
El año pasado hice una intentona yendo a unas charlas de expertos, incluso fuimos de excursión un día a La Honfría. Pero visto el percal y que no fuí capaz de distinguir ni una buena, abandoné la aventura y me quedé en consumidor esporádico de Boletus de mi tía Marita y poco más, que ya es mucho.
si es que aqui hay poca cultura, nos cae lejos el bosque. yo niscalos, macrolepiotas y poco mas, que ya es algo. eso si, tambien hice un hallazgo interesante: a pesar de la distancia tenemos bastantes especies en comun con eslovenia. cosas que solo aprendes un domingo.
Lo de las setas es un mundo maravilloso y extraño. más cerca del mineral que del vegetal son un bocado delicioso y delicado que lleva presente en mi casa desde el incio de las lluvias bercianas. Mr Gibson, no abandones. un buen amigo mío y presidente de la cantharelus berciana, dice q con aprender a distinguir un par de setas cada año ya va bien la cosa. Yo debo de tener el riñón colapsado...pero es que los bosques bercianos guardan grandes secretos que emergen despacito. Este ha sido el año de la Lepista Nuda....yocontra los puristas...MENUDA MERMELADA DE LESPISTA QUE ME HE PREPARADO. ÑAM, ÑAM.tusecreto1
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