Si no tienes autocontrol, las series recopiladas en DVD son un suplicio: días, fines de semana enteros transcurren mientras permaneces adherido a la pantalla. Disponer de la temporada o serie íntegra conduce casi siempre al empacho, a sesiones de inmersión maratonianas en la oscuridad de la sala de proyecciones elegida desdibuja el mundo real, esa adictiva ficción que, glotona, incita a ver una escena más, un capítulo más.
La última que me ha echado el lazo ha sido Broken Saints. Cómic épico animado, en palabras de sus creadores Brooke Burgess, Ian Kirby y Andrew West, este proyecto de animación en Flash se desarrolla entre 2001 y 2003 y se distribuye en Internet a través de la propia pagina del colectivo con una serie de premisas muy claras: la integridad de la historia por encima del negocio, contenidos gratuitos, total libertad artística. Un planteamiento admirable que a punto estuvo de terminar con el proyecto cuando se disparó su popularidad (la ley de internet: más ancho de banda = contenidos más caros), y del que nunca se apearon, trabajando primero de forma totalmente autofinanciada, colaborando más tarde con productoras canadienses, obteniendo fondos para terminar los cuatro últimos capítulos mediante donaciones, conciertos benéficos, conferencias... Una actitud atípica en este sector basado en suscripciones, páginas de pago y banners.
Atípico es también qué nos y cómo cuentan: una sorprendente historia de caída, redención e iluminación en la que conceptos contrapuestos como tecnología, espiritualidad, política y filosofía se entrelazan en un ecléctico cuerpo común integrado. Cuatro personajes centrales: un programador estadounidense en plena crisis existencial, un militar musulmán de estrictas creencias religiosas, un monje shinto expulsado de su orden, una adolescente occidental con extraños poderes adoptada por nativos de Fiji tras un naufragio. Impulsados por terribles visiones apocalípticas, inmersos en una búsqueda para la que las únicas pistas son alucinaciones, sueños y símbolos, la casualidad o serendipidad les llevará a entrar en colisión con una ominosa presencia escudada tras poderes tecnológicos, farmacéuticos, militares y una red mundial de satélites reunirse, y protagonizar una cadena de acontecimientos en lento crescendo con profundas implicaciones para la civilización post-milenio.
Un proyecto de enorme fuerza literaria, imaginativo concepto de animación y admirable política editorial. 24 capítulos de duración variable disponibles como descarga en Broken Saints, y también en dos DVD dobles con esclarecedores extras que contextualizan el por qué y el cómo de estos santos rotos.
¿Qué sonaba? The Monks - Black Monk Time (Polydor, 1965)
La última que me ha echado el lazo ha sido Broken Saints. Cómic épico animado, en palabras de sus creadores Brooke Burgess, Ian Kirby y Andrew West, este proyecto de animación en Flash se desarrolla entre 2001 y 2003 y se distribuye en Internet a través de la propia pagina del colectivo con una serie de premisas muy claras: la integridad de la historia por encima del negocio, contenidos gratuitos, total libertad artística. Un planteamiento admirable que a punto estuvo de terminar con el proyecto cuando se disparó su popularidad (la ley de internet: más ancho de banda = contenidos más caros), y del que nunca se apearon, trabajando primero de forma totalmente autofinanciada, colaborando más tarde con productoras canadienses, obteniendo fondos para terminar los cuatro últimos capítulos mediante donaciones, conciertos benéficos, conferencias... Una actitud atípica en este sector basado en suscripciones, páginas de pago y banners.
Atípico es también qué nos y cómo cuentan: una sorprendente historia de caída, redención e iluminación en la que conceptos contrapuestos como tecnología, espiritualidad, política y filosofía se entrelazan en un ecléctico cuerpo común integrado. Cuatro personajes centrales: un programador estadounidense en plena crisis existencial, un militar musulmán de estrictas creencias religiosas, un monje shinto expulsado de su orden, una adolescente occidental con extraños poderes adoptada por nativos de Fiji tras un naufragio. Impulsados por terribles visiones apocalípticas, inmersos en una búsqueda para la que las únicas pistas son alucinaciones, sueños y símbolos, la casualidad o serendipidad les llevará a entrar en colisión con una ominosa presencia escudada tras poderes tecnológicos, farmacéuticos, militares y una red mundial de satélites reunirse, y protagonizar una cadena de acontecimientos en lento crescendo con profundas implicaciones para la civilización post-milenio.
Un proyecto de enorme fuerza literaria, imaginativo concepto de animación y admirable política editorial. 24 capítulos de duración variable disponibles como descarga en Broken Saints, y también en dos DVD dobles con esclarecedores extras que contextualizan el por qué y el cómo de estos santos rotos.
¿Qué sonaba? The Monks - Black Monk Time (Polydor, 1965)
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